miércoles, 28 de agosto de 2013

LA CANCIÓN DEL VERANO I






Una nueva trilogía con que regalar/escarmentar a los sufridos lectores.

Partguan: la barbacoa estándar

Érase que se era una barbacoa estándar cualquiera en una familia cualquiera desprovista de carnés. La cosa procede así:

Una vez que un hombre se ha decidido a hacer una barbacoa, hay una serie de acciones encadenadas que se ponen en marcha.
1)    La mujer compra la comida
2)    La mujer hace la ensalada, prepara la verdura y el postre.
3)    La mujer prepara la carne para la barbacoa, la pone en una bandeja junto con los utensilios necesarios y la lleva al exterior, donde el hombre ya se encuentra sentado ante la barbacoa con una cerveza en la mano.
Ahora el punto culminante de la actividad.
4)    El hombre pone la carne en la parrilla de la barbacoa.
5)    Siguen más actividades rutinarias: la mujer lleva los platos y cubiertos al exterior.
6)    La mujer informa al hombre de que la carne se está quemando.
7)    Él le agradece esta información vital y aprovecha para pedirle otra cerveza mientras se ocupa de la emergencia.
Y ahora otro momento culminante.
8)    El hombre retira la carne de la barbacoa y se la da a la mujer.
9)   Más trabajos rutinarios: la mujer coloca los platos, la ensalada, el pan, los cubiertos, las servilletas y las salsas y lleva todo a la mesa.
10)    Después de la comida, la mujer quita la mesa, friega los platos y… otro momento importante!!!!
11)    TODOS FELICITAN AL HOMBRE POR SUS DOTES CULINARIAS Y LE AGRADECEN LA ESPLÉNDIDA COMIDA.
12)    El hombre pregunta a su mujer qué le ha parecido el no tener que cocinar. Cuando ve que ella se mosquea, llega a la conclusión de que no hay manera de complacer a las mujeres.

(Recogido literalmente de un artículo de uno de esos periódicos gratuitos, cuyo nombre no recuerdo, hace como un año. Tuve la previsión de recortar el texto, tanta gracia me hizo, pero no puedo citar la procedencia exacta)




Futuros hijos míos: el recochineo inconsciente joroba mucho más que el intencionado. Cuidadín. 

2 comentarios:

  1. Jajaja. Menos mal que nosotros no tenemos barbacoa en casa... Aunque conociéndome, yo no pondría ni los cubiertos. Jajaja. Besotes!!!

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  2. Espera, espera, que falta el resto de la historia.

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